El satélite en la Tierra
En la provincia de San Juan hay un magnífico Valle que contiene una geografía increíble y gracias a su altura hace sentir que se puede tocar la luna con las manos.
En el norte de la provincia de San Juan, a 273 kilómetros de la capital está ubicado el Parque Provincial Ischigualasto, más conocido como el Valle de la Luna. Es un sitio único, rodeado de un paisaje majestuoso que cuenta la evolución de la Tierra en el período Triásico.
Para poder acceder al Valle, es necesario acudir al pueblo de San Agustín del Valle Fértil, el cual funciona como punto de partida hacia las excursiones que llevan a conocer la parte turística del parque. Luego de recorrer los 75 kilómetros correspondientes los turistas podrán disfrutar de una experiencia inolvidable.
El 30 de noviembre de 2000, la UNESCO lo declaró Patrimonio de la Humanidad. Este mérito fue gracias al valor científico del Parque. En él hubo varios hallazgos paleontológicos y descubrieron formaciones geológicas con una antigüedad de entre 200 y 250 millones de años.
El Valle de La Luna es el único lugar del mundo donde puede verse al descubierto y perfectamente diferenciado todo el periodo triásico en forma completa y ordenada. En este sector de la provincia vivieron rincosaurios, cinodontes, dicinodontes, animales herbívoros y los depredadores terrestres. Uno de los descubrimientos más destacables es la aparición del dinosaurio más primitivo del mundo, llamado “Eoraptor Lunesis”.
Los turistas que realicen la excursión estarán pisando el mismo suelo en el que habitaron los dinosaurios hace 180 millones de años. Durante el recorrido podrán observar formaciones rocosas que los lugareños llaman Huayquerías, las cuales les dan al suelo un aspecto lunar.
Los hallazgos paleontológicos se pueden ver en el Museo de Ciencias Naturales del Parque Ischigualasto, visitado durante el trayecto interno por del circuito, donde encontrarán réplicas de los fósiles más importantes.
En el paseo hay varios lugares y paradas para recorrer, el principal circuito es de 42 kilómetros y se realiza en un vehículo junto a un guía. Durante la excursión hay varios trayectos donde se valora la vista panorámica del Valle y diferentes estaciones como: Valle Pintado, El Submarino, El Gusano, Cacha de Bochas y El Hongo. En la cima se pueden avistar cóndores y la llamativa vegetación del lugar.
Sin embargo, las noches de luna llena es donde se disfruta el paisaje en todo su esplendor. El sitio permite ver el satélite terrestre de nuestro planeta de una manera particular. En la oscuridad del Valle, la luna se vuelve aún más resplandeciente, debido a que se contempla muy cercana a la tierra y mucho más brillante.