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Temporada en La Costa: Preocupación por la baja ocupación y comparaciones con el 2001

La primera quincena de febrero en el partido de La Costa, conocido por ser un destino turístico , ha despertado preocupaciones entre los empresarios locales. La falta de ocupación se ha convertido en una realidad visible, con departamentos vacíos, carpas desocupadas y un cambio en los patrones de consumo, recordando a algunos la temporada del 2001.

El Relevamiento del Perfil Turístico del Visitante de La Costa 2024 señala que la estadía se distribuye en un 16% en alojamiento turístico, un 77% en vivienda y solo un 7% en camping. Sin embargo, los datos muestran un 40% menos de ocupación en comparación con el año anterior. La situación económica actual y la crisis son citadas como factores clave detrás de esta disminución.

Algunos empresarios han comparado la temporada actual con la del 2001, señalando una disminución significativa en la ocupación. Además, los testimonios recopilados indican que ha habido una reducción en la duración de las vacaciones, con turistas optando por estadías más cortas. La crisis económica y la inflación también han afectado las decisiones de gastos y la forma en que las personas eligen vacacionar.

Menos consumo
De acuerdo con el informe estadístico, el gasto promedio diario del visitante alcanzó casi $40.000. Además, la escala de gastos realizados durante la estadía marca que el rango de gastos de $200.000 a $300.000 representa al 20% de la población relevada; un 18% se ubicó en el rango de $300.000 a $400.000; y un 17 % de los visitantes tuvo gastos de $600.000 o más.

«La playa se ve bastante concurrida, aunque no tanto como el año pasado. Lo que se ve en la orilla será la mitad de la gente más o menos. El restorán que tenemos ha bajado muchísimo el consumo: con los precios al doble o el triple que el año pasado estamos facturando lo mismo. No tenemos renovaciones de mesas, solo se trabaja mejor los sábados y domingos», cuentan desde el balneario Atlántico de San Clemente del Tuyú.

Para el encargado del lugar, en cuanto al consumo «la temporada se ve muy parecida a la del 2001, que fue la peor que viví desde que trabajo acá hace 26 años. No había nadie y nos pasabamos el día de trabajo sentados», compara. Aunque por otro lado reconoce que en cuanto gente «sí hay, lo que pasa es que vienen con la famosa heladerita o en el centro se ve que los lugares no se llenan».

Unos kilómetros más al sur, en San Bernardo, el balneario Albatros coincide en que «la temporada pasada hubo mucha más gente en la playa. Hoy, de las 55 carpas que tenemos hay unas 15 libres».

Desde el espacio recuerdan que en la temporada de 2017-2018 «estaba todo lleno y teníamos que rechazar gente. Seguramente lo de ahora sea por la inflación, porque está todo muy caro. Si una carpa está 20 mil pesos, cinco días en la playa es un sueldo mínimo», señalan.

El relevamiento del perfil turístico destaca los cambios en el comportamiento de los visitantes, con menor tiempo de estadía, recortes en los gastos y la influencia directa de la crisis económica en las decisiones de viaje. La inflación ha generado dificultades, y algunos turistas expresan la necesidad de ahorrar durante todo el año para poder costear unas vacaciones. La incertidumbre económica y las comparaciones con la temporada del 2001 presentan desafíos significativos para el turismo en el partido de La Costa.