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Hotel La Pampeana, el confort de la provincia

En el establecimiento los visitantes podrán disfrutar de todas las comodidades que se pueden esperar de un hotel del siglo XXI, con el encanto y la magia que encierra una construcción de principios del siglo XX.


El proyecto nació gracias a Carlos Fuchs, quien nació en Alemania el 18 de junio de 1864. Estudió comerciales y apenas terminó sus estudios se radicó en los Estados Unidos, donde trabajó por cinco años en establecimientos ganaderos. Pero pensó hallar más propicio para el desarrollo de sus actividades la República Argentina, y hacia aquí se encaminó, llegando el 17 septiembre de 1887.

Apenas arribó buscó ocupación y trabajó dos años como peón en el establecimiento Bella Vista, de Don Ramón Santamarina -situado en Tandil- pasando después como encargado a Ramón Primero, establecimiento del mismo señor, y encontró al fin la ocasión para demostrar sus conocimientos, aplicando su saber y su inteligencia a la creación de un gran establecimiento.

La inteligencia de que había dado muestras, indujo a que los señores Santamarina lo designaran para organizar un gran establecimiento en plena pampa, y en el año 1903 confirieron a su pericia una extensión de campo de treinta y seis mil hectáreas, que bajo su experta dirección de transformaron en hermoso alfalfares. El espacio quedaba a tres leguas de la antigua estación de trenes y hacia allí se dirigió para organizar la estancia. Los inconvenientes que surgieron no fueron pocos y puede bastar con decir que a pocos días de haber llegado se le fueron los peones que había llevado. Ese mismo año sembró 70 hectáreas de alfalfa, llegando a tener sembradas la totalidad de sus campos que llegaron a constar de 20.000 hectáreas.

A medida que su economía se lo permitió, adquirió campos hasta completar 4.700 hectáreas, en las cuales se organizaron dos establecimientos: con mil doscientas cincuenta hectáreas se hallaba La Constancia y con las restantes tres mil cuatrocientas cincuenta hectáreas, La Chispa en donde en el año 1915 instaló el gran frigorífico La Pampeana, dedicado a la explotación de queso, manteca, hielo, fiambres y derivados de la granja, todo bajo el estricto control que el Ministerio de Agricultura de la Nación suele exigir a dichos establecimientos.

El éxito que perduró en el tiempo

La razón de ser de todos los hoteles, inclusive los rurales, es que el huésped pueda descansar. Y para poder hacerlo plácidamente, cuanto más cómodos y lujosos sean los cuartos, mejor. El Hotel Rural La Pampeana cuenta con cuatro lujosas y confortables habitaciones en suite, cada una nombrada según una planta típica de las praderas pampeanas, y con características que las hacen únicas.

Dos de ellas son las llamadas Grand Confort, que poseen un lujo y tamaño superiores, donde la reina es el Girasol. Las otras dos son Confort, con su propio encanto, aunque levemente reducidas en tamaño y lujo.

Si bien cada una tiene una decoración y colores diferentes, y varían sus dimensiones y vistas, todas y cada una de ellas poseen el mismo refinado estilo que combina muebles de calidad, excelentes tapizados y cortinados, pisos de madera de roble originales restaurados a nuevo, y otros pequeños y grandes detalles que podrá descubrir en sus página individuales.

Lámparas y arañas originales de bronce, con caireles de cristal o tulipas de delicadas opalinas. Puertas y ventanas inmensas, totalmente recuperadas, muebles nuevos que respetan el estilo, se encuentran con otros antiguos y restaurados.

¿Qué ofrece La Pampeana?

Restaurant Internacional

Como no sólo de emociones vive el hombre, la exquisitez de la cocina de autor en el Restaurant Internacional maravillará a los huéspedes. Las más finas y cuidadas recetas europeas realizadas con la calidad de los productos argentinos: una unión única que satisfará los paladares más exquisitos y sorprenderá por la originalidad de combinaciones, sabores, aromas y presentaciones.

Piscina

Los turistas podrán deleitarse con un baño refrescante y el vigorizante ejercicio que brinda la natación. Luego podrán relajar las tensiones en el comodísimo hidromasaje para nueve adultos junto a la piscina principal.

Parque y Jardines

Los jardines, amplios y repletos de vegetación, son un descanso para el alma y un regocijo para la vista. La serenidad, la cálida brisa de la pampa, el sonido de las aves propias de la zona, todo ello lo cautivará durante su estancia.

Tiempo extra…

El establecimiento también ofrece una gran cantidad de actividades, tales como:

Trekking

Caminatas por los paisajes que rodean la estancia, bosques y montes, caminos internos, etc. Una sensación que se torna única debido a los paisajes, los sonidos, los aromas, y claro, la compañía de un profesional capacitado que lo acompañará y supervisará constantemente.

Cancha de Polo

La elegancia y dinamismo del polo, deporte en el cual la destreza y la astucia pueden ganar a la fuerza animal.

Cabalgatas

El polo puede ser una actividad que requiere conocimiento, habilidad y destreza. O quizás simplemente no es lo que se desea, pero por ello no debe perderse un paseo a caballo. Una cabalgata seguramente podrá ser más que suficiente, pues el suave andar del caballo transmite tranquilidad, así como el aligerado trote llena de energía y adrenalina.

Día de Campo

Pasar un día de campo relajante y emocionante a la vez es posible: realizar cabalgatas por los parques, comer un asado al aire libre, pasear por los caminos rurales conociendo las labores que se realizan en el campo.

Avistaje de Aves

Quizás cautivan las especies autóctonas de La Pampa, y en los amplios parques y montes cercanos podrán descubrir las especies que lo habitan. Desde el llamativo pájaro carpintero hasta el singular Venteveo, Zorzales y una gran variedad de aves con plumajes y sonidos tan característicos como la llanura pampeana. También hay Parques Provinciales, Nacionales y reservas donde puede realizar avistaje de aves al estilo profesional.