Gastronomía

La cerveza negra con frambuesa de Esquel, transmite sabores y aromas patagónicos

La elaboración de cervezas artesanales es uno de los pilares principales de la gastronomía de muchas ciudades del sur de nuestro país. Además es lo que más quieren degustar cada uno de los turistas que arriba a la hermosa ciudad de Esquel. Aquellas personas que emprenden y son abocados al tema, hacen una combinación entre lo que es innovación tecnológica y la gran diversidad natural que ofrece la región para obtener como resultado las tan apreciadas propuestas que ofrecen. En Esquel, a unos pocos metros de distancia de la Avenida Ameghino, la fábrica de bebidas «Heiskel» produce una muy elogiada cerveza negra con frambuesa. Esta cerveza es conocida como «Brown Ale» y se la define como una cerveza intermedia entre la «Stout» y la «Porter», a la cual se le agrega en la receta la frambuesa. La fruta está agregada tanto en la etapa de maceración como en la fase de hervido. Esto da como resultado una bebida que tiene una baja graduación alcohólica con un sabor, una acidez y un aroma que aportan una clara diferenciación y una bebida única.

La receta de esta cerveza negra tiene un ingrediente, las frutas que se utilizan, que provienen de campos que se situan entre El Hoyo y El Bolsón. Estos campos están ubicados entre los límites de las provincias de Río Negro y Chubut. El clima de esa zona, es ideal para el cultivo de lúpulos y para el cultivo tanto de la frambuesa como de otras frutas finas cuenta Randy, uno de los dueños de Heiskel, una de las cervecerías más famosas de la zona. También menciona que estos campos, están ubicados en una zona en donde la misma Cordillera de los Andes evita que haya mucho viento. Esto, sumado a que la temperatura y la humedad son perfectas para la siembra de estos cultivos, hacen que la cosecha sea de una calidad impresionante.

Heiskel fabrica solo dos veces al año la cerveza negra con frambuesas. Este condicionamiento se debe a la estacionalidad que tiene la siembra de la frambuesa. Hesikel nos menciona que en el verano suelen aprovechar la cosecha de la fruta y durante el invierno utilizan la fruta congelada que mantiene una excelente calidad.

La elaboración se divide en algunas etapas. En la primera de ellas se separa el hollejo y la semilla de la pulpa de la frambuesa. Esto se hace con una finalidad y es que o se concentre en el fondo la pulpa de la fruta y para que las semillas no tapen la canilla o los conectores de la expendedora de cerveza. Según Heiskel, la base de su cerveza negra con frambuesa es idéntica a la de una cerveza «Brown Ale», pero los cambios se pueden ver en la maceración. Cuando se mezcla el agua con los granos, se incorpora la semilla y el hollejo que generalmente son descartados. Esto es muy importante para la diferenciación de la bebida ya que la preparación consiste en que la bebida vaya tomando sabor durante esta fase de su elaboración. Cuando llega la etapa del hervido, que toca mezclar con el lúpulo, se le agregan unos 20 kilogramos de pulpa de la la frambuesa. Luego, en el último día de la fermentación o en el primer día de la maduración se le agregarán 20 kilogramos de pulpa más.

Randy, recomienda que esta variación, de su gran cantidad de cervezas, es perfecta para acompañar con dulces, en especial chocolates y es también excelente para una picada, principalmente si en ella hay sabores ahumados. La cerveza negra con frambuesas de Randy tiene apenas cinco grados de alcohol y toma su acidez, aroma y sabor directamente de la fruta que se utiliza en su preparado. Por ese motivo es tan elegida por aquellos turistas y nativos de Esquel para acompañar diversos momentos del día. Es una de las cervezas más elegidas por aquellos paladares más sensibles y refinados.